RETO DE ENERO: UNA OBRA DE TEATRO
Título: Los árboles mueren de pie
Autor: Alejandro Casona
Editorial: Espasa-Calpe, S.A. (Colección Austral)
Número de páginas: 112
Sinopsis:
El señor Balboa y su esposa han criado a su nieto desde que este se quedó huérfano. Totalmente volcados con él lo han mimado demasiado y el resultado ha sido que ha crecido convirtiéndose en un joven vividor, ladrón y agresivo. El abuelo finalmente lo echa de casa y este emigra a Canadá donde termina por convertirse en un mafioso.
Durante años, para evitar el sufrimiento de su esposa, y a través de una correspondencia mantenida con cartas falsas, Braulio ha creado un idílico futuro para Mauricio (su nieto). Ha estudiado, ha formado una familia y es ahora un honrado arquitecto que tras veinte años de ausencia decide volver a España. Durante el viaje el barco naufraga y todo parece indicar que se ha ahogado.
La desesperación del anciano ante la idea de que la muerte de su nieto sea una tragedia que su esposa no pueda soportar lo lleva hasta una empresa secreta cuyo fin es hacer la vida más feliz a la gente. El deseo de ayudarlo lleva al director de la empresa y a una joven a la que ha salvado la vida a hacerse pasar por Mauricio y su esposa.
Reseña:
En una primera parte de la obra los personajes se sitúan en unas extrañas oficinas que parecen más los vestuarios de un teatro que un centro de trabajo. Allí el señor Balboa y la joven Marta conocen a un grupo de estrafalarios personajes que hablan y se comportan de la forma más confusa. Por fin, el director les explica que son una empresa fundada con fines filantrópicos por el doctor Ariel; actúan de forma secreta con el fin de conseguir un mundo mejor, una especie de beneficiencia para el alma. Han sido citados allí porque su situación era de una u otra forma desesperada y ellos pueden resultar una valiosa ayuda. Es así como don Braulio les cuenta las circunstancias en que se encuentra y el director le ofrece la solución a sus problemas.
Comienza así la farsa con la que Casona rinde homenaje en esta obra al teatro, el teatro dentro de si mismo. Una obra divertida llena de sentimientos y optimismo en la que personajes "reales" creados por nuestro autor interactúan con otros que pasan a ser actores que representan su papel dentro de una supuesta realidad. Crea así una ilusión en la que durante unos días los actores crean una invención en la que se confunde ficción y realidad. Todo ello haciendo uso de diálogos cargados de sentimiento y fuerza moral.
Pero, inevitablemente, toda función debe terminar y es en el momento en que se baja el telón cuando la realidad lleva a los actores a su propio final. Es ante este final cuando la abuela representa, en una escinificación más del homenaje de Alejandro Casona al teatro, que la función debe continuar. Fuerte, aunque derrotada, muerta por dentro pero en pie, porque esa es la forma en que los árboles mueren.
El señor Balboa y su esposa han criado a su nieto desde que este se quedó huérfano. Totalmente volcados con él lo han mimado demasiado y el resultado ha sido que ha crecido convirtiéndose en un joven vividor, ladrón y agresivo. El abuelo finalmente lo echa de casa y este emigra a Canadá donde termina por convertirse en un mafioso.
Durante años, para evitar el sufrimiento de su esposa, y a través de una correspondencia mantenida con cartas falsas, Braulio ha creado un idílico futuro para Mauricio (su nieto). Ha estudiado, ha formado una familia y es ahora un honrado arquitecto que tras veinte años de ausencia decide volver a España. Durante el viaje el barco naufraga y todo parece indicar que se ha ahogado.
La desesperación del anciano ante la idea de que la muerte de su nieto sea una tragedia que su esposa no pueda soportar lo lleva hasta una empresa secreta cuyo fin es hacer la vida más feliz a la gente. El deseo de ayudarlo lleva al director de la empresa y a una joven a la que ha salvado la vida a hacerse pasar por Mauricio y su esposa.
Reseña:
En una primera parte de la obra los personajes se sitúan en unas extrañas oficinas que parecen más los vestuarios de un teatro que un centro de trabajo. Allí el señor Balboa y la joven Marta conocen a un grupo de estrafalarios personajes que hablan y se comportan de la forma más confusa. Por fin, el director les explica que son una empresa fundada con fines filantrópicos por el doctor Ariel; actúan de forma secreta con el fin de conseguir un mundo mejor, una especie de beneficiencia para el alma. Han sido citados allí porque su situación era de una u otra forma desesperada y ellos pueden resultar una valiosa ayuda. Es así como don Braulio les cuenta las circunstancias en que se encuentra y el director le ofrece la solución a sus problemas.
Comienza así la farsa con la que Casona rinde homenaje en esta obra al teatro, el teatro dentro de si mismo. Una obra divertida llena de sentimientos y optimismo en la que personajes "reales" creados por nuestro autor interactúan con otros que pasan a ser actores que representan su papel dentro de una supuesta realidad. Crea así una ilusión en la que durante unos días los actores crean una invención en la que se confunde ficción y realidad. Todo ello haciendo uso de diálogos cargados de sentimiento y fuerza moral.
Pero, inevitablemente, toda función debe terminar y es en el momento en que se baja el telón cuando la realidad lleva a los actores a su propio final. Es ante este final cuando la abuela representa, en una escinificación más del homenaje de Alejandro Casona al teatro, que la función debe continuar. Fuerte, aunque derrotada, muerta por dentro pero en pie, porque esa es la forma en que los árboles mueren.
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